martes

 
"Todos podemos tener un día de aquellos. 
Uno de esos días miserables en los que te sentís horrible,
malhumorado, solo y literalmente exhausto.
Días en que te sentís pequeño e insignificante
y todo parece fuera de tu alcance.
No podes ponerte a la altura de las circunstancias. 
Y tan sólo ponerte en marcha te parece imposible.
En un mal día te podés poner paranoico y creer que todos
están atrás tuyo. (Aunque esto no siempre es algo malo.) 
Te sentís tan frustrado y ansioso,
que te mordes las uñas sin parar
y hasta sos capaz de comerte una torta de chocolate,
en un abrir y cerrar de ojos.
En esos días te sumergís en un océano de tristeza.
Estás a punto de llorar en cualquier momento
y no sabes ni siquiera por qué. 
En fin, te parece que andas por la vida sin un propósito. 
No estás muy seguro de cuánto tiempo más vas a soportar
y te dan ganas de gritar:
'¡Que alguien me pegue un tiro, por favor!'
No se necesita mucho para tener un mal día . 
Tal vez,
te has despertado sintiendo que no lucís muy bien. 
Quizás olvidaste el cumpleaños de alguien
muy importante o te sacaron una foto
en la que te ves peor que nunca.
Te pueden haber abandonado,
o has hecho el ridículo en público,
Tal vez te han puesto un sobrenombre deprimente,
o alguien te ha dado un baldazo de agua fría.
Te pueden estar presionando para que
ocupes el lugar de alguien, y en el colegio,
todos te están volviendo loco.
Podes tener un dolor de cabeza demoledor,
o dolor de muelas.
Cualquiera que sea la razón,
estás convencido de que alguien en algún lugar,
no te quiere. Entonces, ¿qué podes hacer?
Bueno, si sos como la mayoría, 
te refugiarás detrás de la leve esperanza
de que las cosas se arreglen solas. 
Pasarás el resto de tu vida mirando
por encima del hombro
y esperando que todo vuelva a estar mal,
una y otra vez. Mientras, te irás volviendo amargo y cínico,
o te convertirás en una víctima llorosa y patética.
Hasta que te deprimas de tal manera
que te acuestes en el suelo y
ruegues que la tierra te trague.
Vas a creer, entonces,
que jamás volverán a tocar tu canción. 
Pero esto es una locura.
¿Quién puede saber las cosas maravillosas
que te esperan a la vuelta de la esquina?
Después de todo, el mundo está lleno
de descubrimientos asombrosos, 
cosas que ahora ni siquiera imaginás.
Perfumes deliciosos, y apetitosos manjares para compartir.
Podrías hacerte fabulosamente rico o
incluso convertirte en una gran estrella,
algún día.
Suena bien, ¿no? Pero espera, ¡aún hay más!
La vida tiene muchas vueltas,
y quedan todavía muchos juegos por descubrir.
Y lo mejor de todo: existe el romance.
Que significa miradas soñadoras,
dulces cositas susurradas al oído,
tiernos abrazos, besos, más besos,
y todavía más besos, hasta algún que otro
mordisco de amor y,
a partir de allí, bueno, todo puede suceder.
Entonces...
¿Cómo puedes encontrar esa placentera sensación de estar
deslizándote en un tibio baño de espuma?
Es fácil. Deja de escaparte de todos los temas difíciles.
Es hora de hacerles frente.
Ahora, relajate. Respira profundamente. Medita, si puedes.
O ve a dar un paseo para aclarar tus ideas.
Aceptá el hecho de que debes dejar atrás
algunas cargas emocionales. 
Intentá ver las cosas desde una perspectiva diferente. 
Quizás sos realmente vos el que se equivocó.
Si es así, tené la madurez suficiente como para pedir perdón.
Nunca es demasiado tarde para hacerlo.
Si otra persona hizo algo mal, levantate y decile:
«Eso no está bien y no voy a aceptarlo».
Es bueno ser enérgico.
Pero casi nunca es bueno hacer gestos groseros.
Sentite orgulloso de cómo sos,
pero no pierdas la capacidad de reírte de vos mismo. 
Esto es mucho más fácil cuando te rodeas de gente positiva. 
Viví cada día como si fuera el último, porque un día lo será.
Corré riesgos. Nunca retrocedas.
Atrevete a ir hacia delante.
Después de todo, de eso se trata la vida, ¿no?
Yo también lo creo.